La interna sindical en Tierra del Fuego se intensifica: este viernes, el Congreso Provincial de SUTEF evaluará la situación del vocal por los activos en OSEF, Franco Tomasevich. La decisión se da en un contexto de fuerte desgaste hacia su figura, tras la difusión de una serie de designaciones polémicas y acusaciones de uso discrecional del poder dentro de la obra social.

Entre los hechos más cuestionados se encuentra el nombramiento de Julieta García, pareja de Tomasevich y de profesión peluquera, como Coordinadora Administrativa con un sueldo bruto de $3.860.000 mensuales. El cargo, que tiene a su cargo las compras de medicamentos e insumos médicos, fue solicitado expresamente por el propio Tomasevich en un correo electrónico enviado a la presidenta de OSEF.

La designación generó un fuerte rechazo entre trabajadores y afiliados, tanto por el perfil de la persona nombrada como por la falta de transparencia en el proceso. García fue ubicada en una de las áreas más sensibles de la obra social, donde las denuncias por faltantes, demoras y sobreprecios son frecuentes.

Pero el caso García no fue el único. En las últimas semanas también se conoció la designación de Nadia Ayelén Silva, familiar de la secretaria general de SUTEF en Río Grande, como Personal de Gabinete en la sede local de OSEF. La acumulación de estos hechos reavivó las críticas por el uso político de cargos públicos en un organismo que atraviesa una grave crisis institucional.

El propio sindicato reconoció el malestar. Luana Pereyra, referente de prensa del SUTEF, confirmó que se le pidió a Tomasevich “dar explicaciones en asambleas” y que su continuidad se definirá en el congreso del viernes 24 de abril.

A esto se suma un creciente descontento entre otros sectores de trabajadores estatales. Prestadores de Acompañantes Terapéuticos denunciaron que llevan más de tres meses sin cobrar, mientras desde el Gobierno provincial —y en especial desde OSEF— se reparten cargos con sueldos millonarios. “Nos dicen que no hay plata, pero abren la planta con alfombra roja para los amigos del poder”, reclamó un trabajador.

También surgieron versiones internas sobre presuntos sobreprecios injustificables en la compra de medicamentos, lo que alimenta aún más las sospechas de manejos irregulares.

Frente a este panorama, la figura de Tomasevich quedó en el centro de la tormenta. Muchos dentro del gremio reconocen que el desgaste es tal, que sostenerlo en el cargo podría dañar la legitimidad del propio SUTEF. Este viernes, cuando el gremio se reúna, el debate será más que simbólico: se pondrá en juego hasta qué punto las estructuras sindicales están dispuestas a tolerar la discrecionalidad en el uso del poder, o si tomarán distancia de una conducción que, para muchos, ya cruzó un límite.